Desde la Unión Europea se están impulsando ambiciosos planes de rehabilitación del parque residencial europeo con los que se busca conseguir los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y luchar contra el cambio climático además de garantizar la sostenibilidad energética. Pero paradójicamente, estas actuaciones pueden acabar provocando un aumento de contaminación y enfermedades por exposición indirecta a contaminantes como el amianto. Nuestra experta en amianto Lorena Orduna os lo explica.
Desde que en 2002 se prohibió el uso y la comercialización de M.C.A. (Materiales con contenido en amianto) en España y la Unión Europea, el riesgo de exposición al amianto viene de lo que se denomina exposición laboral indirecta. Este tipo de exposición es la que se da por el desarrollo de actividades que pueden entrañar la exposición a M.C.A.
No existe un índice seguro de exposición al amianto y en nuestras edificaciones sigue habiendo MCA que en la mayoría de los casos ha superado su vida útil o está a punto de hacerlo, por lo que las personas que trabajan en contacto con estos materiales, están en riesgo.
La legislación que protege a los trabajadores y a todos quienes pueden estar en contacto con estos residuos peligrosos, lo deja muy claro. El MCA debe ser retirado de forma segura en caso de fin de su vida útil o en caso de rehabilitación. Sin embargo, y pese a ser ampliamente conocido por promotores, constructores, direcciones facultativas y administraciones públicas la normativa se ignora de forma habitual.
Ahora nos enfrentamos a un panorama en el que por un lado se fomenta y se ayuda a rehabilitar con generosas ayudas pero por otro, tenemos un parque residencial en el que hay MCA, plomo o radón en más del 90% de las edificaciones.
Y aunque según la ley, es obligatorio reservar una partida a la eliminación de residuos peligrosos por parte de una empresa especializada, en la práctica sabemos que se hace en muy pocas ocasiones, planteando al cliente la intervención de una empresa especializada como un sobrecoste inesperado. Eso lleva a que, en demasiadas ocasiones, sea personal sin experiencia ni medios de protección quien manipule esos residuos a riesgo de su salud. Y qué decir de la gestión de los residuos, que tantas veces hemos visto como se vierten en espacios naturales contaminándolos y poniendo en peligro la salud de quienes están cerca.
Pero no carguemos todas las tintas en el sector de la construcción o de los promotores. El R.E.R.A. Registro de empresas con riesgo de amianto, (anexo III, RD 396/2006), es una falacia. La mayoría de empresas inscritas en él no son especialistas y no retiran el amianto conforme a la normativa. Para que fuera efectivo, lo primero sería acreditar la especialización técnica y humana como en otros países vecinos y después conceder el registro y posterior autorización, de lo contrario, inscribirse en el RERA es un mero trámite que no garantiza nada.
Como vemos, la situación actual dista mucho de ser ideal o al menos correcta. Y ahora entramos en un periodo en el que los trabajos de rehabilitación van a aumentar de forma exponencial en nuestro territorio. Trabajos que no pueden hacerse sin tener en cuenta el amianto, plomo o radón que hay en muchos de nuestros edificios.
Estos materiales pueden provocar graves enfermedades a quienes sufren la exposición indirecta y eso incluye a trabajadores o a personas cercanas al lugar de manipulación. Es de lógica inferir que conforme aumenten los trabajos de rehabilitación aumentarán los casos de exposición indirecta y por lo tanto los afectados.
La única manera de evitarlo es la concienciación de todas las partes implicadas. Desde el sector de la construcción, la asunción de las obligaciones del R.D. el 396/2006 sobre todo las referidas a contemplar siempre la existencia de estos materiales y su correcta gestión. Por parte de los trabajadores, el conocimiento de los MCA y los peligros que entraña exponerse a ellos y por parte de las Administraciones la mejora normativa para que el RERA no sea un trámite administrativo y la exigencia de un diagnóstico previo antes de rehabilitar.
Rehabilitar es necesario y apoyamos que se haga, pero no a cualquier precio. No podemos mejorar la eficiencia de nuestros edificios a costa de la salud de los trabajadores y los vecinos ni contaminando nuestro territorio.
Lorena Orduna Pons
Especialista en amianto
Si tienes cualquier duda sobre el amianto, su localización o gestión puedes contactar con nuestra experta en info@arizonygracia.com