Si tienes tu vivienda en Huesca es más que probable que tenga clasificación energética D, casi la peor de todas. Una vivienda con esa clasificación es muy poco eficiente lo que significa que necesitas gastar mucho más para que sea confortable y su valor es menor. ¿Quieres saber porqué?
La media de antigüedad de los edificios construidos en España es de 45 años, lo que significa que ya ha entrado en una fase de renovación. Además del desgaste lógico de los materiales, hay que sumar que hasta 1980 no existía ninguna normativa que regulase las condiciones térmicas de los edificios. Es decir, que o bien tenían un aislamiento deficiente o directamente no tenían ninguno.
Esto hace que los edificios no sean eficientes en materia energética, lo que los convierte en una fuente muy importante de emisiones de CO2, solo por detrás de la industria y el transporte. Pero además de eso, significa que son edificios en los que hay que emplear mucha energía para mantenerlos confortables en el interior, lo que supone un gasto superior. En el contexto de crisis energética en el que nos encontramos esto es mucho más evidente.
¿Por qué hablamos de Huesca? Huesca, por su crecimiento demográfico y el consecuente desarrollo inmobiliario tiene un parque de viviendas donde la mayoría de las construcciones fueron realizadas desde finales de los años 70 a los años 80. Esto hace que la calificación energética media de nuestro parque de viviendas sea el D. Es decir, muy bajo.
Desde hace un tiempo es obligatorio disponer de un certificado energético de la vivienda a la hora de venderla y este certificado puede sin duda afectar a la valoración de la vivienda además de ser un aliciente o un freno para el posible comprador.
Y no es necesario tener intención de venderla para que nos afecte negativamente la clasificación energética de nuestra vivienda. Como hemos dicho, una vivienda mal aislada y poco eficiente es mucho más cara de climatizar y si presenta deficiencias en la impermeabilización (o directamente, no hay impermeabilización) la humedad o las filtraciones pueden dañar la estructura.
¿Qué podemos hacer para mejorarlo?
Una buena rehabilitación energética nos permitirá disfrutar de una vivienda más confortable, ahorrar dinero a la hora de climatizarla, tener un ambiente más saludable y además revalorizarla. Hay distintas formas de mejorar la clasificación energética de nuestro edificio, entre ellas, la más eficaz es la instalación de un sistema SATE. También reparar y mejorar la impermeabilización de cubiertas, terrazas y sótanos.
Para estas intervenciones existen atractivas líneas de ayuda que permiten sufragar parte de los gastos o incluso tener una reducción considerable en el IRPF. Pero sobre todo, debes pensar que vivirás mucho mejor y ahorrarás dinero.
Si necesitas más información sobre cómo mejorar la clasificación energética de tu vivienda o edificio contacta con nosotros en info@arizonygracia.com y te informaremos de todas las soluciones posibles.