Impermeabilización de las cubiertas de los edificios: no basta con tenerla

Hace ya años que es obligatorio que todos los edificios tengan un sistema de aislamiento e impermeabilización. Y desde que entró en vigor el nuevo CTE, aún tiene más importancia. Por lo cual, los edificios construidos a partir de 1980 la tienen. Sin embargo, el hecho de que esté instalada no es suficiente.

 

No es necesario que os volvamos a contar las ventajas de tener una buena impermeabilización en vuestro edificio, y también somos conscientes de que todos los edificios nuevos la tienen, especialmente los construidos en los últimos años.

Sin embargo, tenerla no es suficiente. También hay que asegurarse que está en buen estado y mantenerla y esto, además de ser una obligación según el CTE es responsabilidad de los propietarios. La gran mayoría de los edificios nuevos cuentan con cubiertas planas transitables que se utilizan para colocar aparatos de aire acondicionado, placas solares y otro tipo de elementos para el funcionamiento del edificio.

Esto significa que, aunque no se trate de una zona de paso o uso común como pudiera ser un patio o una terraza si que es una zona donde en un momento u otro se accede para colocar o mantener estos elementos. También es una zona expuesta totalmente a la intemperie. Estas circunstancias pueden hacer que la impermeabilización del edificio se deteriore antes de lo que sería normal por el paso de los años.

Si hay algún deterioro en la impermeabilización, se acaban produciendo filtraciones en los pisos superiores y en las zonas comunes, ocasionando un gasto extraordinario en la comunidad y pudiendo llegar a afectar a la estructura del edificio. Recordemos que una filtración en el interior de un edificio es la constatación de un problema que ya lleva un tiempo aunque no lo hubiéramos detectado.

¿Y cómo se deteriora la impermeabilización de un edificio nuevo?

Falta de limpieza

Si no se limpia y revisa con periodidicdad la cubierta, la acción del viento puede arrastrar semillas y tierra hasta allí que, junto a la acción de las lluvias, hace que crezcan plantas cuyas raíces acaban dañando la capa de impermeabilización. Lo mismo con las piedras o otros objetos que pueden acabar colocándose sobre la capa de impermeabilización y producir diminutos desgarros.

Errores humanos

A una cubierta de servicios acceden distintos profesionales a instalar o reparar los elementos que allí se encuentran. Son profesionales especializados en su campo que no tienen porqué saber de impermeabilización y en ocasiones, debido a su propio trabajo, acaban produciéndose daños en apariencia imperceptibles sobre la impermeabilización.

En resumen, la falta de un mantenimiento acaba afectando al rendimiento de la impermeabilización, por lo que acaba perdiendo sus propiedades y afectando al edificio. Por eso es importante mantenerla en buen estado y actuar en cuanto detectemos algún problema en ella, siempre mejor antes de que sucedan las filtraciones.

Si quieres comprobar cómo está la impermeabilización de tu edificio, llámanos al 974 21 82 21 y te atenderemos.