¿Es obligatorio el mantenimiento de un edificio?

Quizás os preguntéis si es obligación de los propietarios las tareas de mantenimiento del edificio. La respuesta corta es SÍ. Todos los edificios construidos bajo el Código Técnico de Edificación deben someterse a tareas de conservación y mantenimiento una vez que entra en uso. ¿Pero cuáles son? ¿Qué pasa si no se cumple? ¿Y qué pasa con los edificios de construcción anterior al CTE no rehabilitados? Te lo explicamos.

 

¿Qué ocurre si no se realizan las tareas de mantenimiento especificadas en el CTE?

Si no se realizan estas tareas, que deben estar reflejadas en el Libro del Edificio que se entrega a los propietarios junto a las llaves, el edificio puede sufrir desperfectos y el seguro podría negarse a hacerse cargo.

Y por supuesto, desde un punto de vista fuera de la legalidad, un edificio bien mantenido es más confortable, más seguro y más valioso.

¿Qué tareas de mantenimiento deben efectuarse?

Cada edificio debe tener un Plan de Mantenimiento cuyas operaciones deben encargarse a un técnico competente que las realizará según la periodicidad adecuada y que deben ser inspeccionadas. Por eso la documentación de las mismas debe conservarse y también es necesario documentar todas las intervenciones de reforma o rehabilitación que se hagan.

En este plan se detallan las actuaciones sobre varios ejes: la seguridad estructural, la seguridad en caso de incendios, la salubridad, el ahorro de energía y la protección frente al ruido. Como vemos, se trata de conservar el edificio seguro, salubre y confortable.

 

Todas son importantes y debe llevarse a cabo por técnicos cualificados, os vamos a hablar de las que nosotros somos expertos, que se enmarcan en el eje de salubridad y la periodicidad con la que deben efectuarse.

Aspecto de una fachada sin mantenimiento
Protección contra la humedad:

Anualmente: debe comprobarse la impermeabilización interior, que los canales y bajantes de los muros parcialmente estancos funcionan correctamente, que las aberturas de ventilación no están obstruidas, limpieza de las arquetas, limpieza y comprobación de la red de drenaje, comprobación de posibles filtraciones en el suelo, revisión y sustitución de las bombas de achique en caso necesario, limpieza de los elementos de desagüe de las cubiertas y comprobación de su correcto funcionamiento y recolocación de la grava de las cubiertas si fuera necesario.

Cada 3 años:  comprobación del buen estado del revestimiento de la fachada por si hay grietas, desperfectos o manchas de humedad; comprobación del estado de los puntos singulares de la fachada; comprobación del estado de conservación de las cubiertas así como de sus puntos singulares.

Cada 5 años: comprobación de la posible aparición e grietas, fisuras o desplomes en la hoja principal de la fachada.

Cada 10 años: comprobación del estado y limpieza de las aperturas de ventilación de la fachada

Con estas tareas conseguimos evitar o detectar a tiempo problemas de humedad o filtraciones que afectan a la estructura del edificio, y pueden hacerlo de forma muy grave. También  pueden causar desperfectos en los bienes de los propietarios como es el caso de inundaciones o filtraciones en viviendas o trasteros. Un edificio con humedades es mucho más frío y exige un gasto mayor en calefacción además de ser poco saludable.

Y respecto a la limpieza y mantenimiento de arquetas y bajantes de agua sanitaria, mantenerlas adecuadamente evita malos olores y problemas con el uso de los inodoros.

La falta de mantenimiento provoca deterioro de la edificación

Por excelente que sea la calidad constructiva de un edificio, el uso normal y continuado del mismo hace que su mantenimiento sea vital para conservarlo. Y también para prevenir problemas, ya que la inspección de un técnico detectará el problema antes de que salga a la luz de forma clara, siendo entonces mucho más fácil y económico repararlo.

En esta imagen podemos ver la diferencia entre una cubierta bien manteninda y otra sin mantenimiento. Foto aérea de Dronnea7.0

Por eso, aunque nuestra edificación sea anterior al CTE y no hayamos rehabilitado, el mantenimiento es muy importante. Porque es una manera sencilla de que tanto su estructura como su valor se conserven en el tiempo.

Se trata de tareas muy especializadas que deben realizarse de forma periódica, por eso lo más cómodo y práctico es contratar un servicio de mantenimiento profesional como el que ofrecemos en A&G. De esta manera los propietarios pueden desentenderse de esas tareas y estar seguros de que su edificio está en buen estado y que si hay algún desperfecto se enterarán antes de que sea complicado y mucho más costoso de reparar.

Si necesitas más información sobre nuestro servicio de mantenimiento llámanos sin compromiso al 974 21 82 21