Los últimos días la subida del precio de la luz ha sido noticia en todos los medios españoles. Se ha hablado largo y tendido sobre ello y también sobre los costes de los suministros básicos de una vivienda: electricidad, gas y agua. Aparentemente, no hay una forma de evitar la carestía de estos, así que la única solución para que las facturas no sean tan elevadas pasa por la responsabilidad de los consumidores.
Es fácil encontrar consejos para que los usuarios podamos reducir costes en la factura, pero desde Arizón&Gracia, queremos llamar la atención sobre los problemas estructurales que hacen que sea muy difícil reducir los costes energéticos en materia de climantización de una vivienda y a la vez mantener el confort de la misma. Si nuestra vivienda es energéticamente eficaz necesitaremos mucha menos energía para mantener la vivienda caliente en los meses de invierno, y por ende, pagaremos mucho menos en calefacción.
Para conseguir esto necesitaremos una fuente de calefacción que sea eficiente, como una caldera de gas de condensación. Este tipo de calderas se caracterizan por su capacidad de aprovechar gran parte del calor que se pierde en forma de vapor de agua en el humo de la combustión generando un rendimiento extra. Utilizar una caldera de condensación puede suponernos un ahorro de entre un 15 y un 30% del gas consumido normalmente. La condensación es la tecnología que mayor rendimiento proporciona y, por lo tanto, la que más respeta el medio ambiente y menor consumo de gas genera a las instalaciones de calefacción y agua caliente.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el aire caliente circula de modo ascendente, de poco nos servirá tener instalaciones de calefacción de última generación si dejamos que nuestra vivienda pierda calor por la cubierta.
Para Arizón&Gracia hay una palabra clave: AISLAMIENTO. Una cubierta mal aislada puede suponer una pérdida de un 35% del calor que generamos, con el consiguiente malgasto de energía.
Era el caso de esta vivienda unifamiliar en la que intervenimos recientemente. La vivienda, situada en Tierz, pese a ser de reciente construcción presentaba en su cubierta evidentes signos de desgaste por el empleo de materiales no adecuados. Los propietarios eran conscientes de que el aislamiento de la vivienda no era el óptimo y no garantizaba su confort pese a que tanto los cerramientos como el sistema de calefacción eran de gran calidad.
Decidieron ponerse en manos de profesionales, confiando en nosotros para la reparación del aislamiento de la cubierta. Nosotros, como expertos certificados decidimos utilizar para ello Texlosa, una baldosa aislante especialmente diseñada para cubiertas planas que reduce drasticamente el salto térmico. Está compuesta por una base de espuma de poliestireno extruído con estructura de célula cerrada, autoprotegida en su cara superior con una capa de mortero de 25 o 35 mm de espesor, que le da una superficie resistente y un acabado de fácil mantenimiento. Esto la convierte en el material ideal para un caso como éste en el que la cubierta es transitable y cuyo mantenimiento y limpieza corre a cargo de particulares.
Debido a la facilidad de colocación de la misma se trató de una actuación rápida que causó los mínimos transtornos a los clientes, que quedaron ampliamente satisfechos.
Desde Arizón&Gracia os recomendamos a todos que intentéis llevar al máximo la eficiencia de vuestros hogares y empresas como una forma no solo de reducir los costes en los suministros sino también de contribuir a la mejora del medioambiente.
