La impermeabilización es clave para el mantenimiento de las edificaciones. A menudo, el paso del tiempo afecta a la impermeabilización original de los edificios y debe ser renovada por completo. Os explicamos uno de nuestros trabajos de impermeabilización en el pirineo oscense.
Nos llamaron porque en un edificio de apartamentos de Panticosa sufrían problemas de humedades y filtraciones. Esto además de poder llegar a ser peligroso para la integridad de las estructuras, en un clima que sufre variaciones extremas como el del pirineo oscense conlleva problemas de confort térmico y afecta gravemente a los consumos de energía.
Lo primero que hicimos fue un análisis de los daños, porque para solucionar un problema de humedades es clave saber exactamente dónde está el problema que lo ocasiona. Ya que solo atajando la raíz del problema puede proporcionarse una solución duradera y efectiva. En el caso de edificios que no son antiguos y que por lo tanto, ya cuentan con el aislamiento y la impermeabilización que ordena el código técnico de la edificación es más importante si cabe.
En ocasiones puede deberse a una incorrecta colocación del material en origen, a una elección de materiales poco adecuada, a daños producidos por las agresiones meteorológicas o a otros problemas de construcción. Por eso es imprescindible saber exactamente qué es lo que produce el problema.
Una vez que nuestros especialistas detectaron la problemática, lo que se hizo mediante pruebas de estanqueidad y catas in situ, procedieron a preparar el proyecto definiendo las actuaciones de reparación y los materiales que debían emplearse.
En este caso, en Panticosa, procedimos a picar el solado de las terrazas, la formación de las pendientes y aceras para retirar la impermeabilización que estaba instalada. Formamos de nuevo las pendientes e instalamos una doble lámina asfáltica adherida para garantizar la impermeabilización. Para favorecer la evacuación del agua de lluvia y de nieve que recogen las canaleras de pluviales de la cubierta, que actualmente vertían directamente a las terrazas, se procedió a realizar una nueva red de recogida de estas bajantes a través de los forjados y canalizandola por los garajes a la red general. De esta manera se reduce el nivel de agua vertida a los sumideros de las terrazas evitando así posibles inundaciones en épocas de lluvias o deshielos.
Por último, embaldosamos de nuevo las terrazas con una baldosa antideslizante y resistente a heladas más moderna y acorde a la estética del inmueble y recolocamos de nuevo los elementos que había originalmente en ellas así como en las aceras y otros accesos en los que volvimos a empedrar.
Es decir, dejamos el edificio tal y como estaba, pero eliminando por completo los problemas que tenían de filtraciones. De esa manera, sus propietarios vuelven a disfrutar de un edificio mucho más eficiente, confortable y seguro.
Las humedades y filtraciones no son un problema estético que se soluciona con “una mano de pintura”, si no que son una patología de las edificaciones que además de causar problemas de temperatura y estéticos pueden afectar a la estructura y por eso no deben dejarse pasar o arreglarse de forma temporal. Es tu propiedad la que está en juego y siempre deben intervenir especialistas en impermeabilización.
Si necesitas más información sin compromiso sobre impermeabilización, contacta con nosotros en info@arizonygracia.com