El fibrocemento: la contaminación omnipresente

No nos cansamos de insistir en los peligros de la contaminación por fibrocemento o amianto. En Arizón & Gracia hacemos una labor continúa de información sobre la necesidad de retirar este material de nuestras construcciones. Hemos explicado muchas veces que el amianto está en multitud de elementos constructivos anteriores a 2004 y que la práctica totalidad de las construcciones anteriores a esta fecha tienen elementos contaminados.

Habitualmente, cuando hablamos de amianto o fibrocemento, nos viene a la cabeza la Uralita, que es una marca comercial de este material. Inmediatamente pensamos en las cubiertas onduladas de chapa tan habituales a la vista en parkings, porches y otro tipo de construcciones. Como mucho, nos imaginamos también que estas planchas están debajo de las tejas de las cubiertas de edificios.

Pero el fibrocemento se empleó durante décadas en multitud de elementos constructivos, de tal manera que es prácticamente imposible encontrar una edificación libre de contaminación por amianto.

Vista actual del Cementerio de Huesca

Este es el caso de la intervención que os ponemos como ejemplo. El año pasado el Ayuntamiento de Huesca decidió hacer unas obras de mejora y rehabilitación de los vestuarios para operarios del Cementerio Municipal.

Las brigadas de mantenimiento del consistorio se encargaron de las obras y descubrieron que unos paneles tipo sandwich con aislamiento colocados para tapiar unas puertas, eran de fibrocemento. Como sabéis en caso de rehabilitación es obligatoria la retirada del material contaminado, y ésta debe ser efectuada por empresas autorizadas.

En ese momento, el Ayuntamiento de Huesca volvió a confiar en Arizón & Gracia para que se encargase de un trabajo tan delicado. Retiramos el material, hicimos el acopio del mismo y gestionamos su traslado a un punto autorizado. Y como siempre, garantizando la salud de todos nuestros trabajadores implicados.

En Arizón & Gracia, como los mayores especialistas en amianto de Aragón, recomendamos firmemente que no se retire el amianto unicamente en los casos en los que es obligatorio (rehabilitación o deterioro del material) si no por norma, sobre todo en los espacios públicos. Consideramos que es un compromiso con la salud y el medioambiente que las instituciones debería adquirir.