Muchas personas no entienden que, si un material como el amianto es tan peligroso, cómo es posible que siga presente en nuestras vidas. Bien, el amianto es perjudicial para la salud, pero su nivel de peligrosidad varía según el estado en que se encuentre. En este post vamos a intentar responder la pregunta ¿Cuándo es peligroso el amianto?
Un poco de historia
El amianto es un mineral que tiene unas propiedades ignifugas y de maleabilidad que lo hicieron muy atractivo para la industria y la construcción. Pero, pese a lo que pensamos habitualmente, el uso de amianto en la producción y la construcción no es algo circunscrito al SXX, si no que ha estado presente en toda nuestra historia.
Efectivamente, ha quedado demostrado su uso en épocas tan remotas como la de los faraones egipcios. Cuando morían, sus cuerpos eran envueltos en telas de absestos para evitar el deterioro. Y el historiador griego Heródoto (en el 456 a.C.), se refirió al uso de mortajas tejidas con fibras de amianto para evitar que las cenizas de los cuerpos se mezclaran con las del fuego en la pira funeraria.
Y ya en aquella época, tanto griegos como los romanos posteriormente, documentaron sus efectos nocivos. Ya que observaron que aquellos que extraían el mineral de las canteras y los esclavos que posteriormente tejían con amianto “enfermaban de los pulmones”.
El amianto se ha usado durante miles de años, pero es cierto que no se empezó a utilizar de forma masiva hasta la primera revolución industrial puesto que sus características lo hacían ideal para la maquinaria de la época y posteriormente para otros usos industriales.
Ya os hemos dicho que el amianto está en múltiples lugares, desde alfombras hasta polvos de talco pasando por frenos de vehículos y tejados de uralita.
Esto supone millones de personas expuestas al amianto durante décadas… ¿Cómo es posible que los afectados no sean muchos más? Porque la peligrosidad del amianto varía.
¿Cuándo es peligroso el amianto?
Lo que es peligroso es respirar fibras de amianto. Estas entran en contacto con los pulmones y provocan una enfermedad mortal e incurable llamada absestosis. Además está demostrado la relación entre la exposición al amianto y un tipo de cáncer llamado mesotelioma.
Para estar expuesto a estas fibras, basta con manipular o convivir cerca de materiales contaminados por amianto que estén en mal estado o hayan llegado al final de su vida útil. Es decir, un elemento (en construcción o en la industria) contaminado con amianto que no tenga más de 30 años, que es su máxima vida útil, y en buen estado, no tiene porqué suponer un peligro para quien esté en contacto.
Otra cosa es el amianto friable, que es aquel que se desmenuza con facilidad y que se usó en muchas ocasiones como aislante en garajes, trasteros y cuartos de caldera. Este, por sus características es muy peligroso siempre, puesto que las fibras se liberan al aire con gran facilidad.
No debemos alarmarnos sin necesidad. Es perjudicial siempre, pero hay que diferenciar cuando es peligroso el amianto.
Si está en buen estado la pieza y tiene menos de 30 años, no tiene porqué suponer un peligro para las personas que están cerca, aunque recomendamos retirarla de forma segura.
Si está deteriorada, rota, tiene más de 30 años, se va a reformar la zona o se puede desmenuzar con facilidad (tipo las espumas aislantes) si que es peligrosísima y debe ser retirada de forma legal y segura.
Recuerda que lo que está en juego es tu salud y la de quien te rodea. Retira el amianto de tu entorno y hazlo siempre como marca la ley. Confía solo en empresas profesionales que puedan darte garantía de seguridad y legalidad.
Si quieres más información sobre el amianto, su peligrosidad y su retirada segura, contacta sin compromiso con nosotros en info@arizonygracia.com
