En Arizón&Gracia estamos comprometidos con el cuidado del medioambiente como os demostramos con nuestras diversas acciones corporativas, como nuestra colaboración efectiva con Aves de Huesca o con la elección de materiales sostenibles para nuestro trabajo.
Somos conscientes de que el cuidado del medioambiente es un proyectos estratégico global pero también sabemos que todos podemos aportar nuestra ayuda al mismo. Ya os prevenimos sobre el abuso del plástico hace un tiempo y ahora nos gustaría concienciaros sobre el daño irreparable que hacen estos residuos a nuestro ecosistema marino y por ende a todo lo demás.
El plástico es un material que se inventó hacia finales del SXIX y ha supuesto un innegable y considerable avance técnico y económico. Se utiliza en multitud de objetos que nos facilitan mucho la vida, como el menaje de usar y tirar o incluso en el fuselaje de algunos aviones, paradójicamente para hacerlos más eficientes en su consumo y con ello reducir la contaminación. Sin embargo, su durabilidad y el mal tratamiento que hacemos de él, ha convertido al plástico en uno de nuestros mayores problemas ecológicos.
Greenpeace estima que el 79% de los plásticos que se producen acaban en vertederos o en el medioambiente y se han encontrado plásticos a 10.000 metros de profundidad. Cada día en España se abandonan 30 millones de latas y envases de plástico.
Así, no es extraño toparnos con descorazonadoras imágenes de playas llenas de envases de plástico traídos por la corriente marina o mucho más grave, imágenes de animales marinos gravemente dañados por el plástico. Esto no es únicamente debido a vertidos deliberados o accidentales en el mar. Cada vez que utilizamos un envase de plástico y nos deshacemos de él, aunque creamos que lo hacemos correctamente depositándolo en el contenedor amarillo, puede acabar en el vertedero, ser incinerado o reciclado, pero debido a las inclemencias meteorológicas pueden acabar en mar incluso cuando lo tiramos a la basura. Un envase de plástico en una corriente fluvial, si no se retira antes, acabará en el mar aunque estemos muy lejos de la costa.
De hecho, solo el 9% de todo el plástico que consumimos se recicla. Y cada plástico que llega al mar tarda entre uno y cientos de años en degradarse totalmente. Mientras tanto, afecta a todo el ecosistema marítimo de una forma u otra. Además de herir a muchos animales pasa a formar parte de la cadena trófica al degradarse en microplásticos que son consumidos por animales. De hecho, se estima que el 15% de la arena de las playas de Hawaii es en realidad un granulado de microplásticos.
Sí, es muy probable que cada día estemos ingiriendo plástico sin saberlo y es indudable que estamos causando un daño irreparable a nuestro planeta. Por eso, cada vez hay más conciencia al respecto y podemos ver campañas en pro del cuidado de nuestro fondo marino.
¿Y qué podemos hacer nosotros? No basta con reciclar correctamente el plástico y los envases ligeros, tenemos de reducir al máximo nuestro consumo de plástico. No solamente eligiendo productos y con acciones que lo reduzcan, si no actuando de forma proactiva y pidiendo a las empresas que reduzcan el uso de los plásticos y que nos proporcionen a los consumidores alternativas más ecológicas.
Y sobre todo, seamos responsables, este verano no dejes ningún residuo abandonado porque por muy lejos que estés del mar, acabará llegando a él. Y si ves algún envase abandonado recógelo, por favor. Por ti y por todos.