El término amianto surge frecuentemente cuando nos referimos a materiales de construcción. Y es que su uso estaba casi generalizado hasta hace no pocas décadas. Aún hoy, muchos edificios tienen amianto en sus estructuras, con lo que conviene extremar las precauciones, debido a la toxicidad de este compuesto.
El asbesto o amianto fue un material muy popular en construcción debido a sus grandes propiedades aislantes, mecánicas y químicas. Este compuesto de silicatos presenta además una gran resistencia al calor, por lo que sus aplicaciones son muy variadas. Podemos verlo, por ejemplo, en tejas, baldosas o azulejos, pero también en derivados del papel o cemento.
El asbesto industrial es particularmente conocido por otra amarga faceta, su influencia negativa en la salud. El amianto afecta principalmente a los pulmones y a la pleura, lo que origina enfermedades como el cáncer y la asbestosis. Es por ello que la Unión Europea prohibió completamente su uso desde 2005.
Sin embargo, a pesar de su prohibición, el amianto está presente en nuestra vida cotidiana. Planchas para cubiertas, paneles para naves y fachadas, tuberías, alcantarillado… Materiales tan comunes como el fibrocemento, presente en innumerables construcciones, suponen un riesgo para la salud.
Por ello es importante que en su retirada se cuente con ayuda profesional, ya que el desmontaje de este tipo de estructuras debe hacerse con sumo cuidado, evitando la dispersión de fibra de asbesto. El objetivo, proteger a las personas y al medio ambiente respetando en todo momento las más estrictas medidas de higiene y descontaminación.
En Arizón y Gracia trabajamos con profesionalidad en labores que implican la descontaminación y eliminación de estos residuos. Llámenos al teléfono 974 218 221 o escríbanos al correo: info@arizonygracia.com