Es sabido que muchos espacios públicos y elementos con los que convivimos a diario están contaminados por amianto. Esto es normal, puesto que como desde A&G os explicamos muchas veces, el amianto se consideró durante muchos años el mejor material para elementos constructivos. Desde zapatas de frenos hasta pinturas especiales llevaban amianto en su composición.
Por eso no tiene nada de raro que en muchos de los espacios públicos en los que estamos de forma cotidiana haya elementos contaminados. En sí mismo, si estos elementos no presentan roturas o desgaste, no tenemos porqué alarmarnos, aunque lo más responsable es tener un plan de retirada y sustitución de estos elementos.
Recientemente se ha sabido que en el metro de Barcelona se han detectado elementos contaminados con amianto. Aunque la empresa responsable de la red de metro TMB ha declarado que desde 1987 llevan a cabo un plan para detectar, encapsular y retirar de forma controlada los elementos contaminados de sus instalaciones y vehículos, actualmente sigue habiendo elementos afectados, unos 200 entre vagones y otros elementos.
TMB contrató a una empresa especializada en diagnóstico previo. Se revisaron todas las instalaciones, túneles y vagones y detectaron todos estos elementos y realizaron un inventario de los mismos así como de su estado actual. Evidentemente, con este inventario se ha elaborado el plan de retirada. Hay que tener en cuenta que la retirada ha de hacerse con todas las garantías de seguridad pero a la vez, el servicio de metro de una ciudad como Barcelona no verse afectado. Es por eso que se calcula que tardarán unos 4 años en eliminarlo del todo, aunque esperan poder reducir el tiempo a 3 años.
Algunos de estos elementos contaminados son algunos convoyes que están pintados con un tipo de pintura bituminosa que contiene amianto. Como están actualmente en buen estado y las partes contaminadas no son accesibles a trabajadores o usuarios, no se considera necesario retirarlos de circulación, aunque dentro del plan de retirada, se están marcando para que no se realice ninguna actuación de mantenimiento que pueda alterar el estado de la pintura y, si es necesario, se harán actuaciones de retirada o encapsulamiento de la pintura antirruido, para garantizar que no se degrada.
Paralelamente, y de forma muy responsable, la empresa pública ha comenzado un seguimiento específico de la salud de los trabajadores que pudieran estar en contacto con estos elementos. De momento unos 600 trabajadores de los más de 800 que forman parte de los colectivos más expuestos ya han pasado una primera fase de examen voluntario. Actualmente hay 12 trabajadores que presentan afecciones, nueve con engrosamientos locales de la pleura; dos con placas pleurales no calcificadas, y uno es un caso de placa pleural calcificada. Afortunadamente, ninguno presenta una patología grave.
Las revisiones médicas se seguirán llevando a cabo al largo de 2019 y TMB considera que teniendo en cuenta que entre el 3% y el 14% de las personas expuestas al amianto presentan manifestaciones pleurales, es previsible que la cifra de casos aumente a lo largo de los próximos meses, cuando se vayan completando las revisiones médicas planificadas.
Asimismo, se hacen revisiones periódicas del aire que se respira en los túneles y estaciones del metro para detectar la posible presencia de fibras de amianto. En este sentido, los responsables de la empresa, consideran que los niveles de fibras son inapreciables y que no hay ningún tipo de riesgo para los trabajadores o usuarios.
Como especialistas en gestión y retirada del amianto, en Arizón&Gracia somos conscientes de efectos nocivos para la salud de carácter irreversible que tiene. Afortunadamente, en este caso, los responsables de la empresa han prevenido antes de que el amianto se convierta en un peligro para miles de usuarios y trabajadores. Los diagnósticos previos pueden salvar vidas y además nos permiten planificar la descontaminación de forma segura y menos costosa. Por eso, numerosas empresas han confiado en Arizón&Gracia para hacer un diagnóstico previo. Con el amianto no te la juegues. Si tienes dudas, pide un diagnóstico previo para conocer el estado de tu empresa, vivienda o espacio público. La salud está en juego.