Los materiales típicos utilizados en azoteas y transitables, no son impermeables por sí mismos y absorben mucha humedad. Estos materiales, como las rasillas, las baldosas y los morteros, después de la acción continuada del agua pueden provocar una grave degradación de la terraza permitiendo que el agua atraviese la superficie de cobertura creando humedades en el interior del edificio o propiciando la aparición de microorganismos malignos para la conservación del edificio.
Para evitar patologías constructivas derivadas de las humedades, se debe impermeabilizar de forma correcta toda superficie que pueda estar en contacto directo o indirecto con agua y humedades. El material idóneo para realizar esta protección, debe ser:
– Altamente resistente a las variaciones de temperatura. Así evitaremos agrietamientos del material.
– Resistente a las agresiones medioambientales: aspecto fundamental si queremos que una impermeabilización duradera y eficaz.
– Impermeable al agua/permeable al vapor de agua: no debe dejar que el agua se introduzca en el edificio pero debe permitir que salga en forma de vapor de agua.
– Resistente a la alcalinidad del soporte: el material elegido debe ser compatible con el soporte para garantizar el correcto funcionamiento del conjunto.
– Fácil de mantener: un mantenimiento complicado o inaccesible provoca el abandono y descuido de la impermeabilización.
Aunque existen muchas soluciones de impermeabilización en el mercado, el uso de material asfáltico nos garantiza que impermeabilizar sea rentable, ya que cumple todos los requisitos anteriormente citados y además tiene una buena relación calidad/precio.
En Arizón y Gracia trabajamos con profesionalidad en labores de impermeabilización y, además, en trabajos que implican la descontaminación y eliminación de residuos peligrosos. Llámenos al teléfono 974 218 221 o escríbanos al correo: info@arizonygracia.com
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