Impermeabilización y aislamiento. ¿Son lo mismo?

A menudo leemos, y nosotros mismos hemos escrito a menudo sobre ello, sobre las ventajas de impermeabilizar y aislar nuestras viviendas. Sin embargo, ¿sabemos las diferencias que hay entre una cosa y la otra? Te lo contamos.

 

Las ventajas de impermeabilizar y aislar una vivienda son muchas. Mejoramos el confort interior, aumentamos la durabilidad de los materiales, logramos un ambiente más saludable, evitamos olores, manchas, mejoramos la eficiencia energética…

Sin embargo, aunque nosotros somos especialistas tanto en aislamiento como en impermeabilización, no son lo mismo y te vamos a explicar las diferencias entre las dos.

Qué es la impermeabilización:

Es un proceso mediante el cual se colocan materiales que impiden el paso del agua que acabaría atravesando los materiales de construcción (porosos). El paso de esta agua o simplemente la humedad que provoca afectan de forma directa (y con el paso del tiempo grave) a las estructuras. Además, producen daños en los materiales, manchas, olores en el interior y disconfort térmico puesto que la humedad excesiva agrava la sensación de calor o frío.

Normalmente se impermeabilizan aquellos elementos más expuestos como terrazas, azoteas, cubiertas pero también fachadas o incluso partes del subsuelo de la edificación, balsas de agua, aljibes etc.

Para impermeabilizar hay distintos materiales y para conseguir el máximo rendimiento de ellos, lo más importante es conocerlos perfectamente y saber cuál es el más indicado para cada elemento teniendo en cuenta su situación, su uso y otros factores climáticos.

Por supuesto, también es muy importante la colocación de los mismos y por eso lo más adecuado es confiar en empresas cuyos equipos estén formados de forma oficial por las marcas más prestigiosas, como es nuestro caso.

Qué es el aislamiento:

Es un proceso distinto. Si en el caso de la impermeabilización se trata de no dejar pasar el agua, en el aislamiento hablamos de evitar distintos fenómenos. Por eso hay aislamiento térmico, acústico y eléctrico.

Panorámica tejados después de una nevada. Podemos ver cómo solo uno de los edificios sigue conservando la nieve, porque es el que está bien aislado térmicamente.

El aislamiento térmico consiste en reducir la cantidad de energía térmica que pasa de un espacio a otro de la edificación. Es decir, se busca por ejemplo que la climatización exterior no se pierda a través de la cubierta evitando de esta manera tener que gastar más energía para mantener el confort interior. Por supuesto, también se evita que la temperatura exterior (sea más fría o más cálida) afecte al interior y de esa manera se reduce la necesidad de usar más calefacción o aire acondicionado.

El aislamiento acústico persigue insonorizar un espacio. Normalmente una habitación y es muy empleado en lugares en los que es importante que no pase ningún ruido al exterior (como emisoras de radio) o al exterior (locales de grabación musical)

Y por último, tenemos el aislamiento eléctrico que sirve para proteger un área de los efectos indeseados de la electricidad.

Nosotros somos especialistas en el aislamiento térmico que además de sus ventajas propias, de manera secundaria, protege el interior del exceso de ruido del exterior.

Esperamos que con este artículo te haya quedado claro las diferencias entre uno y otro proceso y sobre todo, que tengas claro que lo mejor que puedes hacer por tu edificación es tenerla bien impermeabilizada y aislada.  Para ello lo mejor es que cuentes con una empresa especializada y con experiencia como la nuestra.

Si quieres mejorar la calidad y el confort de tu edificación, contacta con nosotros sin compromiso en el 974 21 82 21