Pese a la prohibición legal en el uso del amianto en España y a la labor de divulgación que hacemos todos las empresas como Arizón&Gracia que estamos implicados en el tratamiento de este peligroso material, el amianto sigue sumando víctimas en España.
Recientemente, hemos sabido que Metro de Madrid ha reconocido la existencia de amianto en diversos elementos de los trenes más antiguos del suburbano. Desgraciadamente, lo ha hecho después de que a un empleado se le haya reconocido la condición de enfermedad laboral tras desarrollar un cáncer al manipular durante años estos materiales contaminados.
Hemos explicado que hay muchos elementos en los que se utilizó el amianto durante años y que no podemos ni imaginar. De ahí el riesgo de manipular materiales antiguos como en este caso. La Inspección de Trabajo constata que Metro de Madrid ha incumplido las normas mínimas de seguridad aplicables a los empleados con riesgo de exposición a amianto en su puesto de trabajo. Según un requerimiento fechado en 21 de diciembre de 2017, la empresa pública no garantizó una «vigilancia adecuada y específica de la salud de los trabajadores» con posibilidad de exponerse a la sustancia y que es obligatoria por ley desde 2006 tanto «antes de iniciar los trabajos» como después «periódicamente».
Metro de Madrid someterá a 800 trabajadores a un reconocimiento médico para descartar asbestosis por inhalación de fibras de amianto, para asegurarse de que no ha habido más afectados.
Aunque en un primer momento se focalizó los elementos contaminados a una parte de los frenos de los convoyes, se está estudiando también un segundo caso de cáncer de un empleado que trabajaba en labores de mantenimiento de las escaleras mecánicas.
La legislación española ordena, desde 2003, la retirada de los elementos con presencia de amianto en instalaciones públicas. Pero al ser muy costoso, la Administración es laxa a la hora de aplicar los plazos. Esto hace que muchos trabajadores estén expuestos a este material sin la debida formación. Y no solo los trabajadores, también quienes conviven con ellos. Como ha quedado tristemente demostrado, el mero hecho de lavar la ropa de trabajo contaminada con fibras de amianto en casa, es suficiente para que quienes estén en contacto con ella enfermen.
Las empresas como Arizón&Gracia que estamos especializadas en la retirada y manipulación de amianto, además de estar en un registro específico tenemos muchas obligaciones para garantizar la seguridad de nuestros empleados y utilizamos herramientas especiales, así que sabemos que es casi imposible que se pueda garantizar la seguridad de trabajadores ajenos a este sector a la hora de manipular amianto.
Nunca se debe manipular o retirar amianto sin ser una empresa especializada y la falta de concienciación sobre este hecho es muy perjudicial para la salud de trabajadores y sus familias.
Desde Arizón&Gracia esperamos que la evolución de la enfermedad de este trabajador sea todo lo favorable que se pueda, y, por supuesto, que ningún trabajador más ni sus familias se vean afectados por esta lacra.