Ciudades sostenibles, un reto para el futuro de todos

En Arizón&Gracia os hemos explicado muchas veces las ventajas de la eficiencia energética en la construcción y os ponemos ejemplos de nuestro trabajo para hacer más sostenible una construcción. Hoy queremos hablaros sin embargo, del concepto global de la sostenibilidad: las ciudades sostenibles.

Las ciudades producen una gran huella ecológica, puesto que en ellas se concentra, y desgraciadamente para el medio rural cada vez más, el grueso de la población. Esta concentración de personas y actividades económicas supone un gran impacto en nuestro medio ambiente. En una ciudad media española, cada día se ponen en circulación miles de vehículos, sistemas de climatización, se producen kilos de basura…

Además, en la mayoría de nuestras ciudades los recursos que se consumen vienen desde fuera, lo que aumenta muchísimo la huella ecológica de las mismas.

¿Qué es una ciudad sostenible?

Se entiende como ciudad sostenible aquella que ofrece una alta calidad de vida a sus habitantes, que reduce sus impactos sobre el medio natural y mantiene su crecimiento económico y sus funciones urbanas con una amplia participación ciudadana. Como véis, para que una ciudad sea sostenible, es necesaria la implicación de todos: instituciones, constructores y urbanistas y por supuesto, todos sus habitantes.

¿Porqué es importante que una ciudad sea sostenible? Por nuestro futuro. Como hemos dicho anteriormente, además de la concentración de personas en núcleos relativamente reducidos y sus consecuencias, las ciudades consumen muchos recursos finitos que son básicos para nuestra supervivencia como agua. Y además, la emisión de CO2 y otros gases en las ciudades influye en nuestro clima y nuestra salud. Así que es necesario que rediseñemos las ciudades para que estas se conviertan en espacios más eficientes, más autoabastecidas y por supuesto más amables para los ciudadanos.

Por supuesto, estas ciudades sostenibles deben estar habitadas por ciudadanos responsables que contribuyan a la reducción de la huella ecológica, pero unicamente con la acción ciudadana no es suficiente.

Es necesario que también la construcción, el urbanismo y las políticas públicas vayan en esta dirección. Como decimos, para que una ciudad sea sostenible, es necesario que haya actuaciones en varias vertientes, como la sostenibilidad social, la ecológica y la económica.

Así, no es suficiente con poner contenedores de reciclaje sino ocuparse de que una ciudad tenga servicios públicos básicos para sus habitantes, que conserve y aumente sus zonas verdes, que tenga crecimiento económico sostenible, que cuente con un servicio de transporte público eficiente o que tenga un tamaño que permita y promueva el desplazamiento por medios no motorizados. ¿Difícil, no?

Zurich, la ciudad más sostenible

Sí, pero no imposible. Ciudades como Zurich, Singapur o Estocolmo lideran el ranking de ciudades sostenibles a nivel mundial. Por ejemplo, en Singapur han desarrollado todo un sistema de captación, depuración y reutilización del agua para ser practicamente autónomos al respecto. Y en Zurich se ha logrado tener un sistema de transporte eficiente, integrado y multimodal, que permite a sus ciudadanos ir hasta casi cualquier lugar de la ciudad sin la necesidad de usar un automóvil.

Singapur

No podemos olvidarnos del urbanismo y la construcción como parte de los pilares que hacen una ciudad sostenible. Los nuevos materiales constructivos permiten reducir significativamente la huella ecológica de los edificios. Y no unicamente de forma individual como os hemos explicado varias veces en Arizón&Gracia si no también de forma global.

Así, por ejemplo, en Arizón&Gracia como partners autorizados trabajamos con una lámina aislante de Soprema, llamada Sopralene Elite que lleva un recubrimiento D-tox a base de dióxido de titanio, que absorbe el CO2 y purifica el aire. Es una membrana con RSI del 71% con alta reflexión solar, lo que se traduce en eficiencia energética.

Esta lámina apta para cubiertas no transitables es una muestra de lo que el I+D en materiales puede hacer en pro de la eficiencia. Además puede utilizarse tanto en la nueva construcción como en rehabilitaciones, por lo que os recomendamos que si estáis pensando en renovar o rehabilitar vuestra edificación, os planteéis el uso de materiales que la conviertan en más sostenible.

Además de consumir menos energía para mantener temperaturas de confort reduciréis las emisiones en vuestra ciudad. La sostenibilidad de las ciudades nos atañe a todos.