Auténticos trabajos de altura: eliminar amianto del Aneto, Posets, Monte Perdido y Vignamale

Todo aquel aficionado a la montaña sabe que es un privilegio poder contemplar el paisaje desde lo alto de cualquier cumbre del Pirineo. En nuestro caso hemos tenido el placer de hacerlo desde la cima de estos cuatro gigantes: Posets, Monte Perdido, Aneto y Vignamale. Eso sí, estábamos trabajando. ¿Trabajando? Sí, os lo contamos.

 

A menudo se habla de “trabajos de altura” aunque normalmente se trata de un recurso literario para dar cuenta de la importancia del mismo. Pero la verdad es que este año nosotros sí que podemos decir que hemos realizado un trabajo de altura tanto de forma literal como literaria. Porque nuestro expertise en la gestión del amianto hizo que fuéramos escogidos para sustituir los vértices geodésicos de cuatro de las cumbres más importantes del pirineo.

Así, nuestro equipo tuvo que subir hasta la cima del Aneto, del Posets, el Monte Perdido y el Vignamale para retirar con seguridad los antiguos vértices geodésicos y construir los nuevos. Los vértices geodésicos son señales informativas permanentes indican la altura exacta de este punto desde el nivel del mal y forman parte de una red cuyas coordenadas se han calculado con la mayor precisión posible.

Los antiguos vértices de estas cumbres estaban en mal estado al llevar cerca de 40 años a la intemperie, sometidos a lluvias, nieve, temperaturas extremas y la acción de los rayos.  Además, al tener MCA (material contaminado por amianto) aún era más necesaria su sustitución, ya que podrían desprender fibras de amianto muy peligrosas para la salud.

Así que además de retirar con seguridad el MCA, se debían instalar unos nuevos vértices geodésicos. El promotor de dicha intervención, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dejó muy claro cómo debían ser los nuevos vértices, sustituyéndose el modelo típico de base de hormigón y cilindro por una base y un cubo de hormigón, para que tenga una masa mayor y le afecten menos los rayos.

Este trabajo es uno de los más espectaculares que hemos realizado en los últimos años, no solo por el trabajo en sí, también por la localización del mismo y la compleja infraestructura que tuvimos que preparar. Por ejemplo, tuvimos que emplear un helicóptero para trasladar al equipo y todo el material que necesitaban.

Además de la sustitución se ejecutó una limpieza exhaustiva de las cumbres retirándose recuerdos, ofrendas y otros enseres que afectan negativamente al ecosistema y cuya instalación está prohibida.

En el caso particular de Monte Perdido, hubo que retirar incluso un conjunto de forja que representaba a San Jorge matando al dragón y que fue instalado hace años sin permiso. Queremos recordaros que todos los “recuerdos” que se dejan en las cumbres, independientemente de su significado o estética, alteran el paisaje y el delicado ecosistema pirenaico. Por eso, nunca debemos dejar una sola señal de nuestro paso por la montaña y también queremos recordar que está penado dañar los vértices geodésicos.