Las bajas precipitaciones de este año vaticinan una estación de verano en la que el agua, un bien preciado, aún será más escaso. Por eso es importante no malgastar agua y cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena.
Ya ha salido en las noticias como en algunos lugares de nuestra provincia se han tomado ya medidas para ahorrar agua debido a que si todo sigue como hasta ahora, irá a peor conforme avance la primavera. Todos debemos ser responsables para evitar malgastarla, ya que de lo contrario, las restricciones serán mucho peores y nos afectarán gravemente.
Ya os hemos explicado que hasta el 10% del agua que nos llega se pierde debido a fugas de los edificios y no hay que olvidar que desde la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) estiman que debido a la antigüedad de nuestras redes públicas de abastecimiento se pierde hasta el 25% del agua que llega a nuestras ciudades. Es evidente que se deben solucionar estos problemas para evitarlo, pero son acciones que no pueden implementarse de forma inmediata y que requieren de la intervención de muchos actores.
Y sobre todo, estos problemas no pueden servirnos de excusa para no reducir nuestro consumo. En Huesca, por ejemplo, en 2005, cuando otra sequía llevó a tener que tomar medidas drásticas de ahorro, se calculaba que el consumo medio de agua era de 380 litros por habitante y día. Y actualmente se estima que consumimos 272 litros por persona y día, que aunque supone un considerable descenso, sigue siendo muy superior a la media española.
Esto es algo que no podemos permitirnos. Y ahora menos todavía. Por eso, todos debemos concienciarnos e intentar ahorrar agua en la medida de lo posible, incorporando a nuestra rutina diaria una serie de hábitos. Te damos algunos ejemplos:
- Dúchate en lugar de bañarte y en cualquier caso, no alargues la duración de la misma.
- Reutiliza el agua de cocinar. Siempre que no hayas añadido sal, el agua que usas para cocer alimentos como verduras o huevos puedes usarla para regar las plantas.
- Coloca un cubo al lado de la ducha y recoge el agua que normalmente se desperdicia esperando a que se caliente. Te sorprenderá lo rápido que llenas el cubo. Esta agua puedes utilizarla para verterla por el inodoro para evitar tirar de la cadena cuando no esté muy sucio, para regar las plantas o para fregar el suelo.
- Cierra siempre el grifo mientras no lo necesites al lavarte los dientes o enjabonarte.
- Carga la lavadora y el lavavajillas al máximo.
- Evita el baldeo a la hora de fregar, además, tu suelo se secará antes y quedará mejor.
- Si tienes una botella de agua siempre en la nevera evitarás dejar correr el agua del grifo esperando a que se enfríe.
- Si tienes niños pequeños, utilizar reductores de bañera evita tener que llenarlas con tanta agua.
- Regar a primera o a última hora, para evitar que se evapore el agua, que es lo que ocurre si riegas en las horas centrales del día
- Si tienes una piscina, ya te hemos explicado otras veces la conveniencia de mantenerla todo el año para no tirar el agua y también la de cubrirla para evitar la evaporación del agua.
Parecen pequeños gestos, pero cuenta mucho. Cada minuto en la ducha son entre 10 y 15 litros de agua, así que imagina el ahorro diario si siempre cerramos el grifo mientras nos enjabonamos, por poner un ejemplo. Y es verdad que a todos nos cuesta cambiar nuestros hábitos, pero tengamos en cuenta que aunque nos pueda parecer una molestia, si no conseguimos ahorrar agua y no llueve lo suficiente, las restricciones serán mucho peores.
Entre todos podemos evitarlo, no malgastemos el agua.
