Las certificaciones ISO son un marchamo de garantía con respecto a nuestros procesos y a nuestro compromiso con el medioambiente. Y son una garantía precisamente por la exigencia que hay en su cumplimiento y renovación anual. En Arizón&Gracia tenemos ambas certificaciones y sabemos que no basta con pasar las pruebas una vez, sino que hay que renovar cada año la certificación mediante una auditoría independiente. Esta auditoría comprueba y controla que se siguen los rigurosos procesos que exigen las normas.
En 2018 se trataba de demostrar la adaptación a algunos cambios que había sobre la normas 9001 y 14001 que ahora son la ISO 9001:2015 e ISO 14001:2015. Estas mejoras pretenden dar respuesta a las últimas tendencias en gestión ambiental. Los cambios principales en estas normas son:
La nueva norma ISO 14001:2015 adopta la estructura de alto nivel, denominada HLS. Este cambio estructural permite su alineamiento con otros estándares de gestión ISO: calidad, prevención de riesgos laborales (futura ISO 45001), protección de datos, etc.
También se han cambiado definiciones y términos de uso para que la integración de los sistemas de gestión bajo las normas ISO sea más fácil.
Además, una de las novedades es que las empresas tenemos que desarrollar el concepto de GESTION DEL RIESGO, mediante la identificación delos grupos de interés que pueden verse afectados por nuestro desempeño de calidad y medioambiente para integrar sus necesidades y expectativas en nuestra estrategia. Estamos hablando de proveedores, empleados o vecinos…
Otro punto interesante de la revisión de la norma es el que afecta a la dirección de las empresas, que debe demostrar su compromiso con respecto al cumplimiento, funcionamiento y mejora continua de la gestión ambiental, el ciclo de vida, entre otras. En efecto, la dirección empresarial debe tener la responsabilidad y la obligación de velar por la eficacia del sistema. Relacionado con esto, desaparece la figura de «representante de la dirección» y ahora tenemos flexibilidad para decidir el número de personas que deben ejercer esta función.
Con la adaptación de la norma se integra la gestión ambiental en la gestión estratégica de la organización. Este nuevo enfoque pasar por identificar los riesgos y oportunidades que pueden afectar a la consecución de los objetivos ambientales de cada empresa.
Y otro de los cambios más relevantes de la nueva versión es la adopción es el enfoque basado en el ciclo de vida, lo que nos obliga a las empresas a controlar y tener en cuenta desde a nuestros proveedores como a nuestros contratistas e informar de los impactos ambientales que puedan tener nuestros servicios, aunque sean asociados, como el transporte, la entrega o el uso.
Hay aspectos que atañen a la comunicación de los sistemas de gestión ambiental en el que se pone énfasis en estos procesos. Y también se pone el foco en la importancia de implementar acciones de mejora considerando el sistema de gestión como un todo.
Así, la nueva versión de la norma, comprender el nuevo enfoque y adquirir los conocimientos necesarios para llevar a cabo con éxito la transición al futuro Sistema de Gestión Ambiental.
Las empresas que queríamos conseguir la renovación teníamos de tiempo para adaptarnos hasta este mes de septiembre y Arizón&Gracia , como cada año, lo hemos conseguido. ¡Estamos de enhorabuena!