En Arizón&Gracia tenemos muy presente que la responsabilidad con el medioambiente es una tarea que nos incumbe a toda la sociedad. En lo que respecta a los materiales contaminantes como el amianto, pensamos que la responsabilidad no solo puede recaer en los actores del sector de la construcción sino que debe alcanzar también a los propietarios.
La ley es clara, es obligatoria la retirada del amianto en el caso de reforma o cuando estén deteriorados los elementos contaminados, pero deja al libre albedrío de los propietarios el sustituir estos materiales cuando no se dan estos casos. Sin embargo, hay muchos propietarios que hacen suyo el compromiso con el medioambiente y deciden retirar el amianto aunque no sea obligatorio.
Este es el caso del Ayuntamiento de Arguis, un municipio del prepirineo oscense, que es propietario de un edificio que presentaba una afección por amianto típica de las construcciones de la zona. En la construcción tradicional del pirineo se ejecutaban muros de carga con piedra de la zona, y las cubiertas se realizaban ejecutando un bastidor de madera, sobre el que se colocaba un entarimado de madera y sobre este se ponían las tejas cerámicas o pizarras. Con el paso de los años muchas de estas cubiertas cedían por el peso excesivo de la cubierta y porque la madera con el tiempo pierde su capacidad de resistencia.
Cuando esto pasaba, se buscaba una solución constructiva que parecía perfecta: utilizar un material, rápido de ejecución, con un mantenimiento barato y un coste bajo a su vez. Era el fibrocemento, que entonces no se sabía que se hacía con amianto y que este a su vez era altamente peligroso. Así, tenemos una cantidad ingente de construcciones únicas, tradicionales y de un valor inmaterial evidente pero rehabilitadas con elementos contaminantes.
Es el caso del edificio que nos ocupa, totalmente rehabilitado y que no presentaba ningún problema de filtraciones ni deterioro pero que contenía residuos muy peligrosos. El Ayuntamiento demostró entonces su compromiso con el medioambiente y la seguridad de las personas encargándonos a Arizón&Gracia la descontaminación de la cubierta y su posterior rehabilitación. Como siempre, nos encargamos del desmontaje, la retirada de los residuos y su tratamiento posterior hasta el punto de recogida de los mismos.
Posteriormente se rehabilitó la cubierta respetando el estilo arquitectónico de la zona, pero eliminando los peligros de contaminación. De esta manera, como es habitual en nuestro trabajo, solo se nota nuestra intervención en la eliminación del problema, pero en nada más.